LÍDERES Y LIDERESAS EN SON DE MOVILIZACIÓN

Por: FRANCY CARRANZA

líderes2.png
 

Nuestros líderes y lideresas sociales defienden el bien común y público (el medio ambiente, los ríos, la tierra), así como los derechos humanos y las libertades individuales. Son voceros o representantes de grupos campesinos, étnicos (indígenas, negritudes), de víctimas (restitución de tierras, falsos positivos) o discriminados (LGTB). Su condición de líderes se da ya sea porque organizan acciones alrededor de causas comunitarias o han adquirido un cargo formal, como por ejemplo ser miembros de Juntas de Acción Comunal, Local, o de Consejos Comunitarios. 

Por tanto, un o una líder es vulnerable porque sus comunidades son vulnerables. Es por eso que las amenazas, judicializaciones y el asesinato de líderes y lideresas sociales tienen un impacto en toda la sociedad: cuando muere un líder los proyectos y procesos que defienden se afectan y bloquean, eso es lo que justamente buscan sus victimarios. 

Desde el 2016 hasta la fecha, ya se ha llegado casi a los 750 asesinatos, y la inmensa mayoría de las víctimas son líderes y lideresas rurales. Las cifras a septiembre de 2020 incluyen víctimas que pertenecían a Juntas de Acción Comunal (184), diferentes grupos comunitarios (176), grupos campesinos o agrarios (115), comunidades indígenas (163) y afrodescendientes (44),  sindicatos (20), grupos LGTBI (6) y juveniles (5).

Por eso Movilizatorio, con apoyo de la Unión Europea, GIZ y la RedProdepaz lanzaron la campaña OJO A LA VIDA, que buscó que los ciudadanos del mundo enviaran una carta al Gobierno colombiano para cuidar la vida de quienes cuidan la vida. La petición era que el estado Colombiano promulgara el CONPES de líderes sociales que prometió el 10 de diciembre de 2019. El CONPES es una política macro del Gobierno que incluye a todos los ministerios e instituciones del Estado que están relacionadas con la protección a líderes sociales. Por medio del cual se define un presupuesto y se atribuyen funciones adicionales concretas a cada una de las instituciones involucradas, con el fin de que enfoquen su accionar y de que exista una coordinación de las diferentes instituciones responsables del tema.

Buscamos entonces que la ciudadanía del mundo se movilice. Esto no es un asunto solamente de Colombia: es una necesidad de la ciudadanía global dar visibilidad a estos ataques a la voz de estos hombres y mujeres que son quienes protegen el medio ambiente y los derechos humanos.