ESCAPANDO DE LAS FAUCES DE UN TIRANOSAURIO REX

Por: LINA TÉLLEZ GARCIA

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La gran mayoría de personas, con nuestras mejores intenciones, pregonamos sobre la importancia de la educación para el desarrollo de la niñez. Pero, con la mano en el corazón, ¿cuántos de nosotros apoyamos de manera activa la educación de las niñas y los niños que hacen parte de nuestro propio núcleo familiar?

Soy la primera en admitir que, cuando mis dos sobrinos, de 6 y 4 años, van los fines de semana a mi casa, mis mayores preocupaciones son que estén seguros y se diviertan sin intervenir mucho, de tal manera que, 48 horas después sean devueltos a sus padres sin ningún tipo de trauma que los vaya a acomplejar en la adultez.

Sin embargo, luego de participar con Movilizatorio impulsando la iniciativa de la Fundación Lego, en la que se busca posicionar para la niñez el aprendizaje a través del juego en países como México, Colombia, Brasil, Rwanda y Sudáfrica, me di cuenta que, como cuidadora de niñas y niños -así sea por pocas horas-, tengo un papel fundamental en su aprendizaje que trasciende la esfera de jugar para que simplemente se diviertan.

Hoy, gracias a las campañas que se han desarrollado para posicionar el mensaje anterior, entiendo la importancia del juego en la niñez: este es elemental para su crecimiento pues les permite desarrollar habilidades sociales, emocionales, físicas, cognitivas y creativas, todas iguales de importantes, que les serán útiles para enfrentarse a los retos de la adultez.

Algunas de las campañas más bonitas con las que buscamos generar conciencia de todas las bondades que el juego ofrece para niños y niñas han sido: “Lidera el Juego”, con la que tuvimos la suerte de contar con Adriana Lucía, quien resaltó la importancia del juego en el desarrollo de la persona que hoy es, y “Colorín, Colorado este cuento ha cambiado” con la cual generamos conciencia en madres, padres y cuidadores sobre la importancia de permitir a sus hijos jugar sin estereotipos de género, ya que no existe tal cosa como juegos para niñas o para niños, sino juegos que permiten desarrollar unas u otras habilidades que son transversales a todos los seres humanos y que, por ello mismo, no deben limitarse por el género de la persona.

Gracias a estas campañas aprendí que la próxima vez que esté con mis sobrinos jugando con sus dinosaurios y un tiranosaurio rex, con su gran mandíbula y feroces dientes, arremeta contra el dálmata y lo atrape en sus feroces fauces, en vez de gritar en nombre del perro “auxilio, socorro, la vieja sin gorro” me animaré a hacerles preguntas como: ¿cómo creen que el perro se podría escapar?

Naturalmente, la pregunta no tiene respuesta correcta, pero el simple hecho de enfrentarlos con este reto en un mundo fantástico, producto de su imaginación, poco a poco los preparará para ser recursivos, habilidad fundamental en un mundo donde pruebas nos sobran para validar que la realidad supera con creces la ficción.

Así, hoy veo el juego con otros ojos. El juego es más allá que ocio, y es la manera más divertida de apoyar a mi familia activamente con el aprendizaje y desarrollo de las personas más importantes de nuestras vidas.

Les invito a seguir las redes sociales de Movilizatorio IG @Movilizatorio, TW @Movilizatorio y FB @Movilizatorio para conocer más sobre iniciativas de movilización ciudadana para favorecer a la niñez de nuestro país.

Lina Téllez García
lina.tellez@movilizatorio.org

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“El juego es más allá que ocio, y es la manera más divertida de apoyar a mi familia activamente con el aprendizaje y desarrollo de las personas más importantes de nuestras vidas.”

- Lina Téllez Garcia - Gerente de Proyectos en Movilizatorio