Diciendo y Haciendo

Por: Enrique Gamboa

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De a poco se acaba el año 2019 y con él también va llegando a su fin la segunda fase del proyecto Diciendo y Haciendo, una iniciativa orientada a fortalecer la participación ciudadana a través de la implementación colectiva de soluciones a través del uso de la tecnología e innovación. 

La segunda fase ha consolidado a Diciendo y Haciendo como un trampolín en todo sentido: permite el fortalecimiento de la iniciativa, abre caminos para nuevas alianzas alianzas, entrega herramientas para el uso de la tecnología, da acceso a nuevos territorios del país. Crea metodologías y rutas de trabajo para el éxito de la iniciativa.  

Desde la primera fase del proyecto, Movilizatorio implementó un metodología en la cual se pueden identificar las problemáticas que preocupan a jóvenes de entre 18 a 30 años en sus comunidades, para así lograr cambios en su población, transformar activamente esos espacios y lograr incidencia a través de la tecnología. 

Para seguir en ese camino de crecimiento en zonas rurales del país fue que Diciendo y Haciendo tuvo su segunda fase. Y el objetivo era claro: seguir amplificando la iniciativa, consolidar el crecimiento de la red, fortalecer las iniciativas de mayor potencial. Generar nuevas oportunidades de participación en diferentes territorios y transformación de la realidad. 

Porque lo más importante del proyecto es poder conocer las iniciativas que surgen de líderes y lideresas juveniles en Córdoba y Urabá, mirar, trabajar y difundir su trabajo es la base de este proyecto. Esos jóvenes se convirtieron en objetivos de aprendizaje y de los cuales brotaron miles de conocimientos. 

Porque estas iniciativas impulsan un país diferente. Porque Aura y su equipo de “Cero Etiquetas” trabajan para que en Montelibano nadie vuelva a recibir insultos por su color de piel, contextura o gustos. Porque Jesús y su padre protejan a las tortugas hicoteas en tiempos de caza. Porque los colectivos feministas han venido creciendo de la mano de Raquél y sus compañeras de “Caribeñas”. Porque Caliche y su Corporación Múcura a través del arte y la música le muestran lo positivo y valioso de la vida a niños y jóvenes de su comunidad. Porque Nélida y Manny ya lograron la incidencia política y llevaron a la voz de la juventud ante los tomadores de decisiones. 

Lo más valioso de este proyecto es reconocer la importancia de dar a conocer estas iniciativas a los diferentes rincones del país. Porque es hora de unir a los jóvenes de Colombia y que mejor que trabajando de la mano en un futuro mejor para todos y todas.